sábado, 17 de septiembre de 2011

libro de quejas


(escribe Cynthia)

Estoy HARTA!!! Estoy harta de que la municipalidad y ARBA me manden cartas avisándome que debo la cuota 2 del año pasado. ¿Qué sé yo qué es la cuota 2 del año pasado? ¿de qué me hablan?
Les cuento que yo tengo las dos cosas en débito automático en VISA, a través del banco Santander río. Y esto ya me pasó varias veces. El proceso es así: la municipalidad y ARBA dicen que VISA no les pagó, y VISA dice que ni la municipalidad ni ARBA reclamaron el pago.
¿y yo qué culpa tengo? ¿cuál es la gracia del débito automático si no pagan las cosas cuando las tienen que pagar? Quién se hace cargo de los intereses que cobran estas instituciones por las cuotas impagas? Bueno, por si usted no lo sabe, el que se hace cargo es siempre el usuario o común ciudadano. Y si no, que le vaya a cantar a Gardel.
Y empieza con una carta simple, que, en el caso de la municipalidad me dice algo así como: “sabemos que usted es una buena persona, un ciudadano honrado, que tiene todos sus pagos al día. Por eso, nos animamos a suponer que este incumplimiento es sólo un involuntario error. Y lo invitamos entonces a resolver la situación a la brevedad”. Y punto. Uno paga y se arregla.
Otro es el caso de ARBA, como me pasa ahora, y que me saca! Me llega una carta fea donde dice que es la segunda vez que me notifican que debo la cuota 2 de no sé cuándo. Bueno, ARBA, te cuento que la primera carta nunca me llegó. Así que, antes que nada, fijate bien qué medios empleaste para enviármela. Y después, ARBA querida, bajá un cambio. Soy una mujer honesta, no un narcotraficante prófugo. Y si la cuota no está paga, no es por mi voluntad sino porque algo entre vos y VISA no anda bien.
Pero obviamente, ARBA es sorda.
Así que, empecé ayer mismo la peregrinación del enésimo trámite, que consiste en:
Primero y principal, buscar mis anteojos. lo cual no siempre es tan sencillo. Una vez que los encontré, también conviene tener una lupa a mano, porque de lo que se trata es de poder leer el mininúmero de teléfono de VISA que se encuentra en el dorso de tu tarjeta de crédito.
Ahora bien, una vez que lo encontraste, discás. Y empieza el karma. “marque los 16 números de la tarjeta”, y piripipí, piriripipí, vas de musiquita en musiquita, pasando por Lorena, Paola, Yamila y Jonathan. Y nadie tiene la menor idea de cómo sigue el trámite. Entonces, varias veces, a lo largo del proceso, te perdés entre el “disque 4 si hoy es día par” o “disque 8 si hay eclipse lunar”… cosa que tenés que volver a ponerte los anteojos, hacer un esfuerzo por leer de nuevo el número de teléfono de VISA, marcar los 16 números de la tarjeta, los 8 de tu DNI, los 3 del código de seguridad, los 4 de tu cumpleaños…
Estoy HARTA!!!
Y me pregunto, ¿cuál será la gracia del débito automático??!!!

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